Hay tres puntos básicos que revisar antes de asistir a terapia con alguien:
1.- La persona debe de contar con estudios profesionales certificados en el área (licenciatura, maestría, doctorado) para poder ofrecer un servicio con la mayor calidad y seriedad posible.
2.- En caso de no contar con un título profesional, la persona debe trabajar bajo la autorización de un asesor el cual avale que la persona está capacitada para ejercer y llevar casos por su cuenta. El asesor debe contar con título, cedula y estudios a nivel maestría.
3.- Hay que asegurarse de que la persona haya asistido o esté llevando actualmente un proceso propio. Ya que difícilmente se puede ofrecer un servicio enfocado a proporcionar claridad, si el mismo terapeuta carece de ella.